Plana viajará a Montreal en septiembre y se incorporará al circo en enero de 2012 para crear su parte en el espectáculo, del que será hilo conductor.
En septiembre empezará a “plantear las improvisaciones” de su nueva creación en Montreal, sede del gran circo, en donde trabajan 3.000 personas sin contar los artistas, y después pasará a formar parte de “las 500 familias que giran con el circo”.
La aventura del Soleil se la toma Plana “con ganas de aprender, de compartir, es un barco muy grande en el que hay mucha gente remando, no remaré sola. Saber que cada noche hay 2.000 espectadores en la pista da un poco de vértigo”.
Se incorpora para “crear un espectáculo nuevo, me dan bastante margen”, en un dúo de payasas, junto a la clown de Montreal Natalie Claude, con estreno previsto en abril y posterior gira por Canadá, Estados Unidos y Asia.
Mientras tanto, en lo que le queda libre de este año prepara nuevas giras con su compañía y actuará en Verscio, en la Suiza italiana, Chile, Ecuador, Colombia, Menorca, Pamplona y otras ciudades españolas, donde representará “Giulietta, L’Atzar y Penélope”, su último espectáculo preparado y dirigido por la prestigiosa payasa australiana Nola Rae, la clown que puso nariz roja en sus montajes a Elizabeth I, a Shakespeare y a Napoleón.
A juicio de Plana, “los que tenemos mucho trabajo podemos amplificar las dificultades del sector. Hay gente con un talento brutal que está haciendo cosas con cero recursos, es mucho más fácil trabajar fuera”.
“Llamas a puertas que no se te abren y tenemos derecho a actuar en casas grandes como el Lliure o el Teatro Nacional de Catalunya -dice la clown catalana-, y con esas el Cirque Soleil me ofrece una creación, sin ningún cásting ni haberlo pedido y yo encantada de la vida, aquí no me lo ha ofrecido nadie”.
Descansa unos días en su nueva residencia de Sant Jaume d’Enveja (Tarragona), una antigua granja de pollos de 2.000 m2., y allí, resguardada por el Delta del Ebro, la artista reflexiona sobre su futuro mientras restaura un mueble antiguo y cavila sobre el proyecto de hacer de convertir la granja en un centro de creación y de encuentro de artistas.
Plana cree que en Chile, Ecuador, Colombia o dondequiera que sea “todos ríen igual” y a veces “aquí vas de un sitio a otro e incluso en la misma sala y a la misma hora y el público no tiene nada que ver”.
“El payaso escucha mucho al público, lo tiene delante, pide permiso…’hola puedo entrar’, lo que quiere es caer bien primero, después ya se tira a la piscina, escucha muchísimo y ve que público tiene delante, pide complicidad”, explica la payasa.
En opinión de Plana, el humor que hace el clown “es muy frágil, muy pequeño y los códigos son universales, por ejemplo, para denunciar una guerra mata una mosca; utilizamos esos códigos y así todos lo entienden, estés en África, Latinoamérica o China. Nos llaman poetas en acción porque buscamos la esencia de la tontería, lo ínfimo”.
Tras su éxodo al otro lado del mundo, tiene previsto remontar “Éxode”, espectáculo en el que forma trío con Monty y Nan Valentí, inspirado en el éxodo de la Guerra Civil española.